Santa María de la Antigua – Panamá

Carlos Uribe. (s.f). María, gozo del triste, del perdido guía. Pinterest.

Santa María La Antigua fue la primera advocación llegada a Panamá en 1510 y establecida primero en un poblado de Darién. Esto ocurrió cuando ese año llegaron Vasco Núñez de Balboa y el Bachiller Martín Fernández de Enciso. Le habían prometido a la Virgen María ponerle su nombre a un poblado si salían con vida de una feroz batalla que tuvieron con los nativos. Así fue que, tras la victoria, al poblado del cacique Cémaco le pusieron el nombre de Santa María La Antigua.

El 9 de septiembre de 1513, el Papa León X estableció la primera diócesis en Tierra Firme, denominada Santa María la Antigua, elevando así la capilla de la Virgen al rango de catedral.

El 15 de agosto del 1519 se funda la Ciudad de Panamá y se honra a Nuestra Señora del Verano o de la Asunción. Pero en 1524 la diócesis de Santa María la Antigua se trasladó a la recién fundada ciudad de Panamá. La advocación también se traslada y Santa María la Antigua pasa a ser, por continuidad eclesiástica, la titular de la capital de Panamá y patrona del Reino de Tierra Firme del Sur de Castilla del Oro, Panamá. Al principio todo el país era una sola diócesis. Hoy día (año 2000) Panamá cuenta con ocho diócesis.

En el siglo XVII, trajeron a Panamá el cuadro de Nuestra Señora de las Mercedes. La historia relata que durante el asalto e incendio de la ciudad por el pirata Henry Morgan en 1671, el cuadro se mantuvo intacto, a pesar de la destrucción casi total de la población.

En 1990 los encargados de esa parroquia lo quitaron y cerraron la capilla (el primer edificio de piedra construido en la nueva Panamá y en donde primero se ofició misa) para “restaurarlo”. La cosa es que no se sabe el paradero del óleo salvado del incendio de la vieja Panamá y aparte, nadie sabe el paradero del ajuar que llevaba en orejas, anillo y collar ni la corona de oro y el camafeo.

Basílica de Santa María de la Antigua

El Casco Antiguo de la ciudad de Panamá alberga un templo católico. Esta área, también conocida como Casco Viejo, es el sitio donde la ciudad de Panamá fue trasladada en 1673. La ciudad, diseñada con un trazado reticular hacia los cuatro puntos cardinales, se destacó por la alineación de sus calles y callejones, lo que la convirtió en un modelo clásico de ciudad colonial. El templo se encuentra en una pequeña península rodeada de arrecifes rocosos y está situado en el actual corregimiento de San Felipe.

Esta iglesia fue construida entre 1688 y 1794, su fachada principal presenta una serie de elementos arquitectónicos propios de las iglesias primadas como lo son la Cruz de Caravaca, el Emblema Papal y las llaves de la ciudad. El retablo mayor se restauró en 2018, al igual que el cuadro de Nuestra Señora de la Asunción. Su altar fue fabricado probablemente a mediados del siglo 18. Los elementos de dorados corresponden a hoja de oro de 23 quilates. El papa Francisco consagró el altar de la iglesia el 26 de enero de 2019, durante las actividades realizadas de la JMJ Panamá. En la misa de consagración del altar el propio jefe del vaticano se sorprendió de la belleza del templo y agradeció todos los involucrados en la magnífica obra.

Redacción Mujer. (1 de septiembre de 2019). El Casco Antiguo estará cerrado durante la Jornada Mundial de la Juventud.

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Oración a Santa María de la antigua

Oh, Santa María la Antigua, Patrona de Panamá; Tú que conoces todas las luchas, anhelos, tristezas y alegrías de nuestro pueblo acompañándole con amor maternal, en esta etapa de la Nueva Evangelización, ponemos bajo tu amparo a nuestra Nación y a todos los que habitamos en ella, para que, como Tú, podamos con fidelidad, entrega y amor cumplir la misión a la que hemos sido llamados como testigos y discípulos misioneros del Evangelio.

Te pedimos muy especialmente por nuestras familias, para que florezcan en ellas los valores que brillaron en la familia de Nazaret, en la que Tú resplandeciste como una Madre abnegada junto al Justo San José, cuidando ambos fieles y generosamente del Verbo de Dios que habitó entre nosotros.

Amén.